Estimados socios y amigos.
En el año 2004 fundamos esta organización desde la idea de que, y tal y como se recoge en nuestra página web, “ no merecemos más que otras las oportunidades que nos brinda la sociedad en que vivimos, con su seguridad, su grado de cultura ”, sus adelantos en sanidad, escolarización… Lo que disfrutan nuestros hijos es lo que todo padre querría para los suyos, aunque viva en otro continente .”
Esta es la idea que nos ha motivado desde el principio. Una idea que se concretó en dos compromisos que figuran en nuestros estatutos: centrar nuestros esfuerzos en el continente africano; y que el trabajo (tanto propio como el de nuestros colaboradores) fuera voluntario, de tal forma que nuestra asociación no detrajera de los fondos para proyectos dinero con el que mantener la propia estructura de la ONG.
Desde 2004 hemos crecido mucho. Nuestros proyectos han llegado a más de 10 países africanos en un entorno que van desde la salud a la educación, o desde el desarrollo social a la mejora de la producción agrícola.
Han sido dieciocho años de esfuerzo y satisfacciones y también de alguna que otra desilusión, como no podría ser de otro modo. Desde hace unos años nos enfrentamos a un dilema que la crisis del coronavirus ha acentuado aún más. Hemos llegado a un limite en el que no podemos seguir trabajando de forma voluntaria. Nuestra edad, nuestras obligaciones laborales y familiares, y la propia evolución de nuestra asociación, nos estaban obligando a delegar proyectos en otras ONG, y a plantearnos la necesidad de convertir esta asociación en una organización más al uso, con profesionales asalariados que gestionen los proyectos y el día a día, retrayendo de esos mismos proyectos los recursos necesarios para pagar salarios y cuotas fiscales, lo que iría en contra del espíritu con el que se fundó PorAfrica.
Hoy, y después de un largo proceso de reflexión, tenemos que reconocer que ya no tenemos ni las fuerzas ni el empuje necesario para continuar. No ha sido fácil tomar esta decisión. Hemos debatido durante mucho tiempo todo lo que supone disolver esta ONG, porque sentimos que con ella se acababa algo muy importante a lo que hemos dedicado mucho tiempo y esfuerzo; pero finalmente hemos asumido que no queremos ser meros financiadores de proyectos ajenos, ni tampoco gestores de una estructura más parecida a una empresa que a una ONG.
Por este motivo, la Junta Directiva de la asociación ha decidido disolver Por África y destinar los fondos de los que aún dispone la ONG a tres proyectos que en este momento están en marcha y de cuyo desarrollo estamos muy satisfechos : El proyecto de cirugía infantil de Togo, el taller de zapatería en Ruanda de la asociación Museke , y el proyecto Diamond Child en Sierra Leona. Os animamos a que continuéis colaborando con estas dos últimas ONG y les enviéis los fondos que normalmente destinan a Por África.
Queremos agradecer a todos los socios, amigos y colaboradores, las ganas y el esfuerzo que han regalado en esta pequeña aventura.
Pero este fin no es en ningún modo un fracaso. Durante este tiempo hemos conseguido hacer sonreír a muchas personas y hemos levantado proyectos que seguirán aunque esta ONG se disuelva. Porque, y como decía Isak Dinesen en su libro Memorias de África:
“Lo importante no es si nosotros nos acordamos de África, si no si ella se acordará de nosotros”












































